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26 abril 2007

¿México se va a la guerra?
La pasión que Felipe Calderón tiene hacia las fuerzas armadas no es novedad. Desde el principio de su gobierno (?) no dejado de hacer muestra de fidelidad a la fuerza armada mexicana, en particular modo al ejercito (pues, es la rama militar más importante en México). En el supuesto constitucional de que el ejercito le debe fidelidad y lealtad al pueblo mexicano, Calderón ha dado muestra del contrario, casi fuera el pueblo a deberse arrodillar frente a la autoridad castrense: aumento de sueldo, encubrimiento de supuestos delitos, además de tratar de vestir siempre el uniforme frente a las tropas.
Lo que hoy se habla poco pero algunos lo mencionan es que el próximo martes, en la Camara de Diputados, se quiere aprobar la derrogación de la llamada "Ley de Neutralidad" que hace de este país tierra neutral en los planes militares ajenos. Dicho en concreto, a pesar de no haber sido siempre así, México está configurado por no participar en acción bélica en el exterior y en no proporcionar apoyo alguno a ejercito extranjeros en sus misiones de guerra. Si bien es cierto que hacia adentro la limitación no existe y el ejercito hace lo que quiere con el pueblo que le paga los sueldos, lo cierto es que ahora México corre el peligro de encontrar militares mexicanos en frentes de guerra lejanos y al servicio quien sabe de cual locura de quien sabe cual presidente en turno. Bush, se sabe, anda buscando tropas por todos lados, pues sus propios militares lo están abandonando porque no quieren ya ir a Iraq. Hasta en los hospitales siquiátricos y en las carceles hoy EU recluta militares para el frente.Pues, si pasa la derroga a la Ley mencionada, podrá Bush pedir (si es que ya no lo hizo en Mérida) tropas a México. Para Iraq o para irse a Colombia o a Afganistán o quien sabe donde, para que los puertos mexicanos hospeden barcos militares extranjeros, para que de nuestros aeropuerto despegen aviones cargados de muerte.
Pues no gracias, así ya estamos bastante jodidos.

Señalamos la sección El Desfiladero en La Jornada del sábado pasado. No compartimos completamente las opiniones ahí escritas, pero hay observaciones interesantes.